Nos encontramos en las calles,allí donde la historia se grita,donde el asfalto guarda pasos de lucha,donde la rabia es un fuego que ilumina.
Las calles son nuestras,de las mujeres que no callan,de las disidencias que resisten,de los pueblos que nunca cedieron,de las periferias que laten en coraje.
Aquí, donde las balas desgarran la vida,donde el miedo se siembra como pólvora,nosotras tejemos existencia,alzamos el pecho y defendemos el alma.
Aquí, donde el despojo es norma,y el Estado traza fronteras en nuestra piel,nosotras sembramos futuro,cultivamos dignidad con manos de fuego.
La digna rabia nos pertenece,como el tambor, como el viento,como el eco de nuestras ancestrasque nos enseñaron a gritar y a resistir.
Rebeldía es nuestro canto,reexistencia, nuestro destino,porque jamás nos quitarán la voz,ni la memoria, ni el camino. Poema, Del libro el poder de mi turbante
Juana C. Francis Bone

8M: Digna Rabia y Tejido Social en Tiempos de Retrocesos
El 8 de marzo no es una fecha de celebración, sino un recordatorio. Un grito que resuena desde las calles, los barrios, las periferias y los territorios de quienes han sido sistemáticamente excluidas. En medio de retrocesos de derechos, en un contexto donde las mujeres, las niñas y las disidencias siguen siendo tratadas como cuerpos descartables, nos movilizamos con la fuerza de la digna rabia, exigiendo justicia, igualdad y vida digna.
La realidad de la feminización de la pobreza es incuestionable. Según datos de Refugees Welcome España y la ONU, en América Latina y el Caribe, 118 millones de mujeres viven en situación de pobreza, lo que representa un retroceso de una década. Aún más alarmante es que, por cada 100 hombres en situación de extrema pobreza, hay 124 mujeres. La economía global, diseñada desde una perspectiva patriarcal y capitalista, sigue relegando a las mujeres a un segundo plano, condenándolas a la precariedad laboral, a la brecha salarial y a la sobrecarga del trabajo de cuidados no remunerado.
Brecha de Género en el Acceso Económico
Los obstáculos financieros son un claro ejemplo de esta desigualdad estructural. De acuerdo con el Banco Mundial, solo el 49% de las mujeres en la región tiene una cuenta bancaria, el 11% ahorra y apenas el 10% dispone de crédito. Esta situación limita su autonomía económica y refuerza ciclos de dependencia. En el ámbito empresarial, las mujeres apenas ocupan el 15% de los cargos directivos y son dueñas del 14% de las empresas, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Violencias de Género: Una Emergencia Humanitaria
El feminicidio sigue siendo una de las expresiones más crudas de la violencia machista. América Latina y el Caribe albergan 14 de los 25 países con las tasas más altas de feminicidios a nivel mundial. Honduras (4.7), República Dominicana (2.4) y El Salvador (2.1) encabezan la lista, según la CEPAL. En total, más de 4.000 mujeres son asesinadas anualmente por razones de género. La violencia no solo se manifiesta en el asesinato, sino también en el abuso sexual, la violencia doméstica y la trata de personas.
Maternidad Forzada y Matrimonios Infantiles
El derecho a decidir sobre el propio cuerpo sigue siendo una lucha inacabada. América Latina y el Caribe es la tercera región del mundo con más matrimonios infantiles y uniones tempranas. Según la ONU, una de cada cuatro niñas se casa o entra en unión antes de los 18 años. En países como República Dominicana, Nicaragua y Honduras, la cifra supera el 30%.
La maternidad forzada también es una realidad alarmante. América Latina ocupa el segundo lugar a nivel mundial en embarazos adolescentes, con una tasa de 66.5 nacimientos por cada 1.000 niñas de entre 15 y 19 años, según la OPS y el Banco Mundial. La falta de educación sexual integral y la criminalización del aborto agravan esta crisis, dejando a millones de niñas sin alternativas.
Participación Política y Brechas Educativas
Aunque la participación política de las mujeres ha aumentado en las últimas décadas, sigue siendo insuficiente. Solo el 32,1% de las ministras, juezas o magistradas en la máxima corte de justicia en la región son mujeres. En países como Panamá y Colombia, esta cifra no supera el 15%.
La brecha de género también se refleja en la educación. De acuerdo con la UNESCO, apenas el 10% de las mujeres que acceden a estudios superiores eligen carreras en ingeniería o tecnologías de la información, comparado con el 33% de los hombres. Este déficit perpetúa la exclusión de las mujeres en sectores clave del desarrollo económico.
El 8M: Memoria, Reparación y Movilización
El 8M no solo es una jornada de protesta, sino también un acto de reparación para quienes históricamente han sido negadas. Es un ejercicio de memoria que interpela al feminismo, a las izquierdas y a los progresismos, porque la deuda con nosotras sigue pendiente. La incomodidad genera interpelación, y la interpelación, movimiento.
Hoy, en medio de políticas que buscan retroceder en nuestros derechos, la ruta más clara es la del tejido social. Son las redes comunitarias, la organización popular y la sororidad las que nos permiten sostener nuestros territorios y nuestras vidas. Seguimos aquí, movilizadas desde la digna rabia, porque sabemos que la lucha no es solo por nosotras, sino por todas las que vendrán.
Este 8M, no solo marchamos: seguimos tejiendo la resistencia.
Por Juana C. Francis Bone
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